En Limaná, cerramos el ciclo de la naturaleza con un gesto sencillo pero poderoso: compostamos el 100% de nuestros residuos orgánicos. Lo hacemos en colaboración con Lima Compost, una empresa aliada con la que compartimos no solo un propósito, sino también un compromiso más amplio: apoyar al huerto comunal Ayllu.
Este huerto, ubicado en las afueras de Lima, en una zona desértica y desafiante, es trabajado con dedicación por más de 150 mujeres de escasos recursos. A través del compost que les proporcionamos, estas mujeres logran nutrir la tierra, sembrar vida y cosechar productos orgánicos que mejoran la alimentación de sus familias y transforman su día a día.
En Limaná, creemos que el verdadero cambio se construye con acciones que alimentan tanto el cuerpo como la esperanza. Cada residuo que regresa a la tierra es una oportunidad para regenerar, para apoyar a quienes más lo necesitan y para demostrar que, incluso en los terrenos más áridos, la vida florece cuando se cuida con respeto y propósito.
