En Limaná, cada decisión refleja nuestro compromiso con el planeta. Desde el inicio, concebimos nuestro espacio con un propósito claro: minimizar el consumo de energía y ser un ejemplo de sostenibilidad en la industria.
Por eso, nuestras cocinas funcionan con tecnología de inducción, eficiente y limpia. Los espacios abiertos y bien ventilados permiten que la luz natural inunde cada rincón, eliminando la necesidad de aire acondicionado y reduciendo nuestro impacto energético. La edificación, por su parte, ha sido diseñada bajo parámetros de certificación LEED, un estándar que respalda nuestro esfuerzo por crear un espacio responsable con el medio ambiente.
En Limaná, no solo hablamos de sostenibilidad, la vivimos en cada detalle: desde la energía que utilizamos hasta el aire que respiramos. Creemos que un restaurante debe alimentar no solo a las personas, sino también al planeta, cuidándolo hoy para las generaciones del mañana.
