La importación de alimentos trae consigo una huella de carbono desmedida y favorece en muchos casos a fábricas cuya ética ambiental o social es, en muchos casos, cuestionable.
Elegir productos locales, no solo facilita el poder verificar in situ que los procesos de producción sigan estándares éticos y sostenibles, nos permite además fortalecer la economía de agricultores, pescadores y emprendedores peruanos.